La compilación de ensayos y artículos que constituyen estos Estudios de historia y de filosofía de las ciencias tiene como uno de sus hilos conductores la idea de que ninguna ciencia puede entenderse plenamente si no se conoce su historia, y ninguna historia especial, como la de las ciencias, es posible con prescindencia de una historia general. La historia de una ciencia, dice Georges Canguilhem, no puede ser una mera serie de biografías o un cuadro cronológico matizado con anécdotas más o menos curiosas. Debe ser, antes bien, una historia de la formación, la deformación y la rectificación de los conceptos científicos: un afán por investigar y demostrar que ciertas concepciones o métodos superados fueron, en su época, una superación, y comprender entonces que el pasado superado no deja de ser el pasado de una actividad que merece el calificativo de científica.