La «toxicomanía», como entidad autónoma, es ya una «teoría», y «el toxicómano» es, él mismo, el efecto de una elaboración secundaria fijada en una tentativa retratística. El sujeto resulta así despojado de su propio acto. He aquí el centro de la cuestión, porque en este caso se trata, efectivamente de una insuficiencia de la relación de un sujeto con su propia temporalidad; se trata, mejor dicho, de una forma de desaparición del sujeto. Sylvie Le Po..