Publicado en La Razón
Tres libros especiales, de tres editoriales pequeñas, más o menos. El primero es el de Bengt Oldenburg, «Pulgas y elefantes» (Melusina), modelo de ensayista rápido, culto pero sin pasarse, irónico coo método para resistir. Dedica texos a la responsabilidad de la revolución francesa y la guillotina como nuevo patrón de sastre en el origen de la moda: los rituales futbolísticos (vivió en Buenos Aires) o una comparación entre Fu Manchú y Bin Laden siguiendo la teoría del adversario de Carl Schmitt. Además de un interesante preámbulo sobre la mentira y un añadido a las ocho maneras diferentes que concibió san Agustín: hay a quien no le importa ni la verdad ni la mentira. Segundo. Libro de entrevistas con Claude Lévi-Strauss, al filo de los cien años, firmadas por Georges Charbonnier (Nómadas), donde expone una duda final: si la evolución del arte es una destrucción progresiva y si «asistimos a la última etapa de esa destrucción». Tercero y último: Un libro recomendable para los artistas compungidos por la política: «Frank Zappa en el infierno» (Biblioteca Nueva), de Manuel de la Fuente Soler, el retraro de un músico de rock que consiguió que su música no sirviera de banda sonora en ninguna campaña electoral.