Publicado en El País - Babelia
"No siempre se dispone de mucho tiempo; por eso se agradecen esos ensayos veloces que abordan distintas cuestiones y las liquidan con ideas fulminantes. Hans Magnus Enzensberger, por ejemplo, decidió ir más allá de las estadísticas y de los números y de los titulares para acercarse al corazón del terrorismo islamista, y resumió sus hachazos (y es que destrozan tópicos recurrentes) en El perdedor radical. Ensayo sobre los hombres del terror (Anagrama). Empieza por definir la figura de manera general, contando que los perdedores radicales ""están convencidos de la falta de valor de su propia vida, por lo que tampoco les importa la vida de los demás; todo respeto a la supervivencia les es ajeno"". Luego explica que el islamismo radical es ""un medio perfecto"" para movilizarlos y, poco a poco, muestra la complejidad del fenómeno, sus contradicciones y el terrible panorama que sus acciones desencadenan. ""La más peligrosa de las consecuencias del terror es la infección del adversario"", escribe, y señala también que las consecuencias de sus actos para las sociedades árabes ""son fatales"". Otro amigo de la brevedad fue Jean Baudrillard, que, con las reducidas páginas de su Cultura y simulacro de hace años, ya estableció un montón de términos para definir nuestro mundo (por ejemplo: implosión). El Círculo de Bellas Artes, en sus exquisitos y elegantes cuadernos marrones, ha rescatado unos de sus últimos textos: El origen del poder. También se lee de un tirón el pequeño volumen publicado por Katz y que recupera un viejo debate, titulado La naturaleza humana. Justicia versus poder, entre dos grandes monstruos, Michel Foucault y Noam Chomsky, en unos momentos en que todavía parecía cercano el viejo sueño de la revolución. Amorrortu es de las editoriales que reivindican la eficacia de la distancia corta. Su colección Nómadas propone fórmulas concentradas y rapidísimas para acercarse a algunos de los filósofos más interesantes de las últimas décadas. Tienen, entre otros, a Baudrillard -con una aproximación al mundo del arte-, a Jacques Derrida -en un diálogo con Jean Birnbaum-, o a Jean Luc Nancy -con una sugerente reflexión sobre El intruso-. Quien prefiera recurrir a un clásico, Ediciones Complutense ha publicado Sobre el concepto de verdad, de Franz Brentano. Está, en fin, en la Biblioteca de Ensayo de Siruela una pequeña maravilla: Diez (posibles) razones para la tristeza del pensamiento, de George Steiner. Se ocupa ahí de ese permanente runruneo que zumba en las cabezas de los hombres, y que no cesa nunca y que, si acabara, acaso entonces terminaría también el ser humano tal como lo conocemos. ""Pensar es algo increíblemente despilfarrador"", dice por ejemplo, y a través de esos 10 fascinantes viajes atrapa la melancolía y el dolor, la ocasional alegría, la capacidad para desgastarnos y esa terrible verdad, que ""sólo una parte muy limitada de la especie da prueba de saber pensar"". Sirvan, pues, estas propuestas para empezar a intentarlo."