Publicado en El ciervo
Esta obra sigue las tres etapas de la biografía intelectual del filósofo jacques Derrida. La rimera, de 1952 a 1967, es el aprendizaje fenomenológico bajo la influencia de Husserl. La segunda, de 1967 a 1980, corresponde a la elaboración de una filosofía autónoma y comprometida políticamente, que desemboca en el programa de la deconstrucción de la metafísica, una de sus aportaciones más importantes e influyentes, aun cuando no logró convertirse en disciplina y escuela. La tercera etapa se inicia a comienzos de la década de los 80. Es la época de su fama mundial, en la que intensifica su compromiso político y utiliza un lenguaje más coloquial. Tres son sus principales intereses de fondo: el diálogo con los grandes problemas mundiales, la centralidad de la étia y la importancia de la autobiografía, es decir, el papel que juega la individualidad en su vínculo conflictivo con la universalidad. Lo que implica en él una toma de conciencia del problema del judaísmo. La influencia de Derrida trasciende la filosofía y llega hasta la teoría de la literatura y del arte, la arquitectura, la teoría del derecho e incluso la teología. Resulta muy útil la extensa cronología final de su vida y sus obras.