Publicado en Diario Perfil - Cultura
"Hay ciertos libros que cuando ven la luz de la publicación se convierten en irrevocablos puntos de inflexión. Bíos, de Roberto Esposito, es un libro destinado a quedar en la historia de la filosofía. Tal vez sea un poco arriesgado afirmar que será un clásico de la misma manera que la Crítica de la razón pura de Immanuel Kant, pero es indudable que constituye una bisagra dentro de la filosofía política y del pensamiento filosófico en general. Concebido como tercero y último tomo de una especie de ""trilogía conceptual"" que comienza con Communitas y luego Immunitas, Bíos es un ensayo donde se despliega un propósito evidente: la continuación del desarrollo del proyecto biopolítico de Nietzsche y Foucault pero desde un ángulo afirmativo. Aquí es donde se encuentra el costado innovador. Los programas filosóficos de ambos pensadores habían focalizado la cuestdión del biopoder desde el impacto en la reducción y el control de la vida, o bien —en el caso de Netzsche— de la constatación de la desaparición de las categorías políticas de la modernidad para terminar en un proceso de animalización del hombre, de una fisiología darwiniana del cuerpo político que deriva en una especie de aristocracia con ribetes, como mínmo, conflictivos y polémicos. Esto es visto por Esposito como la culminación del desarrollo de una biopolítica de la muerte, que se corona con el análisis que Michel Foucault realiza sobre el biopoder nazi y el genocidio de un Estado que subordina normativamente la vida —en su nivel biológico— a la política. Con este corolario de horror es que Esposito plantea el ejercicio deconstructivo —de cuño derridiano— para la apertura de una nueva biopolítica afirmativa. El libro, tan complejo como escrito con docilidad y gracia —lejos de un tono críptico—, tiene un propósito claro: invertir el proceso teórico de tanatopolítica del nazismo, reconvertir la estructura teórica, despreciable e infame del régimen nazi y su sustento teórico, para pensar la condiciones de posibilidad de una biopolítica generativa, sobre la vida y no sobre la muerte. O bien: cómo llegar a la inversión del biopoder nazi para crear, deconstructivamente, una biopolítica afirmativa, una biofilosofía de y sobre la vida. En este sentido, la idea de ""eliminación anticipada e inmunización de la vida"" propia de la estructura del nacional-socialismo será invertida y desgajada. Para ello, Esposito se vale de un corpues de filósofos antídotos de los que se embeberá para reconvertir el horror nazi en una filosofía de la vida libre y múltiple; entre ellos se encuentran: Baruch Spinoza, Gilbert Simondon, Georges Canguilhem y Gilles Deleuze. Particularmente, el filósofo italiano ve en el pensamiento de Spinoza una suerte de apotegma o punta de lanza para deshilvanar una biofilosofía afirmativa. Potencialidad que puede verse de un modo contundente en la siguiente cita —maravillosa, por cierto— que Esposito toma de la Ética: ""Por consiguiente, si en la natualeza algno nos parece ridículo, absurdo o malo, ello es consecuencia del hecho de que conocemos las cosas sólo en parte e ignoramos el orden de la naturaleza entera y la coherencia del todo, y deseamos que todo se rija según la prescripción de nuestra razón; en cambio, aquello que la razón establece que está mal no está mal en relación con el orden y las leyes de la nauraleza universal, sino únicamente respecto de las leyes de nuestra sola naturaleza"". Posteriormente, señala Esposito: ""Nunca an evidente como en este pasaje la inversión anticipada que Spinoza produce respecto de la normalización nazi: mientras esta mide el derecho a la vida, o el deber de muerte, en relación con la oposición ocupada, respecto de la censura biológica que la norma constituye, Spinoza convierte a la norma en principio de equivalencia ilimitada para la forma de vida individual"". La filosofía de Spinoza, entonces, parece anticipar esta biopolítica de la vida, donde cada forma individual es ilimitada y tiene esa preeminencia de conservar su existencia por sobre todo, en el plexo de las multiplicidades; esto es lo que el príncipe de los filósofos llamará el conatus: la resistencia de vida. Bíos es el primer libro importante de filosofía post-11 de septiembre de 2001. Una obra que da cuenta de las diferentes variables del nuevo mapa geopolítico y conceptual. Que pone en escena un nuevo paradigma donde la vida —en su aspecto biológico, como zoé— ha sido posicionada de un modo de relevancia para el poder. La filosofía de Roberto Esposito es el primer gran paso hacia un pensamiento que tiene en el horizonte un futuro ventura y que apenas ha comenzado. "