Este libro se propone examinar, específicamente, el papel desempeñado por la organización laboral en la transición de la sociedad tradicional a la moderna sociedad industrial. Como producto colateral de esta investigación, se abordan de una manera más general las inferencias que se extraen de la relación entre desarrollo social y trabajo organizado para la teoría de la organización. Con este fin, el autor parte de dos hipótesis de trabajo bastante simples. La primera es que las formas prevalecientes de la organización laboral en cualquier sociedad afectan el potencial de desarrollo social y económico de esa sociedad. La segunda, que el estado de desarrollo de toda sociedad influye en la forma en que probablemente ha de organizarse en ella el trabajo.Esta obra es, en esencia, una elaboración de esas dos hipótesis aplicadas a la modernización de la sociedad tradicional.