En junio de 1892, en una carta a Fliess, Freud le anuncia que «Breuer concordó en que la teoría de la abreacción y los otros hallazgos sobre la histeria a que llegamos en forma conjunta sean dados a conocer también en forma conjunta en una publicación pormenorizada».He aquí el inicio del desarrollo de una obra que puede considerarse el punto de partida del psicoanálisis.Complementa los historiales clínicos una serie de elucidaciones teóricas y técnicas de ambos autores, valiosas primeras aproximaciones a intelecciones que, tras un denodado esfuerzo de trabajo y elaboración, fueron revisadas a lo largo de la obra freudiana: los cardinales conceptos teóricos de resistencia, defensa y represión, el papel de los factores psicosexuales, la significación de los sueños y del simbolismo del inconsciente, entre otros, aparecen en germen en estas páginas.