El conocimiento de la sociedad primitiva posee un valor que hace recomendable su estudio incluso para quienes no se interesan primordialmente por la historia de la cultura. Nacemos en medio de un conjunto de instituciones tradicionales y convenciones sociales que son aceptadas, no sólo como naturales, sino como la única respuesta concebible a las necesidades sociales. Pero el estudio sistemático de otras civilizaciones permite desentrañar el funcionamiento de sociedades que reposan sobre bases muy distintas de las que conocemos y amplía nuestra noción de las potencialidades sociales permitiéndonos ver que el conjunto de opiniones y costumbres que hemos recibido es una entre una cantidad infinita de variantes posibles. Destinado a un público más vasto que el puramente antropológico, este libro combina con suma habilidad la presentación concreta de rasgos selectos de las sociedades primitivas, la discusión de los aspectos teóricos más generales de dichos rasgos y la relación de esos datos y discusiones con una filosofía del desarrollo social. Centrado en los aspectos de la cultura conocidos por organización social, Robert Lowie se ocupa aquí de los grupos en que se divide la sociedad, las funciones de tales grupos, sus relaciones recíprocas y los factores que determinan su desarrollo.